En los últimos días recibimos una carta de una vecina de la localidad, en la cual expresa la necesidad de contar con propuestas artísticas para la localidad porque el “el arte llena el alma”. Y así es.
¿Por qué Aluminé no cuenta con un cronograma de actividades públicas, artísticas-culturales para la temporada de verano? ¿ Falta decisión política? ¿No es el arte una actividad esencial?
Pensamos que la esencialidad del arte no se limita solo al espectador/a, sino también a la fuente laboral y expresiva de los y las artistas.
A pocas semanas de cumplirse un año de la pandemia, la cual golpeó fuertemente a este sector e instó a los y las artistas a reinventarse, obligándoles a explorar el mundo de la virtualidad, no sólo para seguir trabajando, sino también para recordarnos que el arte está vivo, que late, que está ahí a la vuelta de la esquina, que nos necesita y lo necesitamos.
Agrupación de danza en presentacion hace mas de un año Actriz Malen Meazza en «Protocolo para dejar de olvidar» via zoom
Como espectadores pudimos ver obras por zoom, streaming u otras plataformas virtuales. También resurgió el radio teatro, cientos de ensambles musicales, aprendimos a tocar algún instrumento, nos animamos a cantar y bailar a la vez, pintar, tejimos e incluso exploramos tik tok,etc . Como leerán todas actividades artísticas que, con o sin pandemia, son y serán necesarias para alimentar el alma y el ánimo.
Detrás de toda propuesta que nos alegró y acompañó en el aislamiento obligatorio hay miles y miles de trabajadores y trabajadoras del arte, que a pesar del mal panorama, utilizaron sus últimos recursos para hacernos saber que están, que están ahí cerca, como siempre. Por eso, la reactivación y habilitación de los espectáculos no pueden esperar más por los y las trabajadoras y por la comunidad en general.
Consideramos muy oportuno recordarles que el 12,13 y 14 de febrero se llevará adelante el festival SISMO. Una buena oportunidad para alimentar el alma, una vez más gracias a la iniciativa de artistas independientes.
Necesitamos las plazas con música y colores, necesitamos contar con talleres culturales, necesitamos escuchar música en vivo en un bar (ya que están habilitados y hace calorcito). Se nos van los días de calor, se va el turismo, se van las vacaciones y las actividades culturales al aire libre aún no llegan. Está de más aclarar que todo lo que pedimos sea bajo protocolos sanitarios, tenemos la experiencia de localidades vecinas que han llevado adelante actividades culturales en estos meses por ej: Villa Pehuenia, Junín de los Andes, San Martín de los Andes,etc. Entonces, nos preguntamos…
¿Por qué no tener un escenario al aire libre si el público y los artistas ya están en la plaza, en el río y en el bar?
Tanto los y las artistas como la comunidad necesita lo vivo, lo sensorial, el encuentro con el otro, el aquí y ahora. Por eso cuando decimos que el arte y la cultura es salud pública es porque nos hace bien y la necesitamos todos los días de nuestra vida. En los buenos y malos ratos.